Nosferatu: Phantom der Nacht - Werner Herzog - 1979

Título en español: Nosferatu, vampiro de la noche

Un hombre viaja hasta el castillo del conde Drácula que quiere mudarse de Transilvania a Wimar, con su viaje llevará la peste y obligará al puebo a realizar sacrificios.

La mistificación de los vampiros se ha convertido en una tema muy popular en el cine sobre todo las adaptaciones de Drácula, que si bien no fue el primer vampiro a nivel mundial así se popularizó.

La personificación del conde se ve claramente inspirada en la versión de Murnau (tomada prestada de Bram Stoker) pero es prescindible al tratarse de un remake. A pesar de estas referencias el estilo de Herzog está enmarcado en todos los espacios que crea, desde el castillo hasta el bote que lleva la peste y muerte en secreto. Las películas de Herzog se mueven a un ritmo incluso onírico, las tomas largas y contemplativas de las místicas montañas y el río que dependido del espectador pueden están llenos de estética o ser muy simples.

En ocasiones la iluminación o la puesta en escena me sacaba de la realidad que el director había logrado, pero decidí perdonar estos detalles técnicos. En momentos parece ser una copia exacta de Nosferatu de 1922, me refugio en la idea de homenaje sin dejar de pensar que las pequeñas diferencias crean una experiencia nueva, reviviendo desde otra perspectiva el mito del conde.

Isabelle Adjani blanca como la nieve se lleva el protagonismo de la cinta, parece un fantasma deambulando en la ciudad presa por el miedo y la muerte, la única que sabe como enfrentar este mal aunque esto signifique sacrificarse, siempre con la frente en alto sin dejar que su fe se viera debilitada, es un personaje agradable de ver, de nuevo con en un hermoso sueño.

Una de mis escenas favoritas es la del pueblo agonizante que decide afrontar la peste con festividades, bailar hasta morir, comer como si fuera la última vez y perderse en una agonía colectiva muy interesante de ver bajo un encierro que distancia con las mejores intenciones. Al finalizar la película todo se siente apresurado a pesar de saber hacia donde íbamos. Me quedo con las secuencias en cámara lenta de los murciélagos, el niño tocando el violín y un vampiro que tiene debilidad por la belleza, pero sobre todo con el espectáculo de la peste que irradia locura.