One Day in the Life of Ivan Denisovich - Casper Weder - 1970

Título en español: Un día en la vida de Ivan Denisovich.

Logline: El encierro nunca se vive igual.

Cuando iba en preparatoria mi mejor amigo y yo solíamos intercambiar libros, en una ocasión me entregó un libro con una portada muy particular, una rata asustada. Me apresuré a leerlo y en plena libertad me adentré al mundo de un preso ruso, su vida cotidiana, los obstáculos a pasar y un escenario muy desolador.

Antes de ver la película no había cruzado por mi mente que era sobre la novela que ya había leído, aunque el título debió habérmelo dicho. En cuanto vi las celdas supe que era Iván Denisovich. Cuando leí la nocela nunca me imaginé a Ivan, entonces la personificación me pareció muy acertada e inmediatamente me metí en este universo que plantea Weder.

Va muy de la mano con la estructura de la novela, sorpresivamente empaticé mucho más con el Iván que nunca vi, aunque el trabajo de los actores y en especial el de Tom Courtenay y Alf Malland que particularmente tenían una interacción muy interesante, sentía su cercanía en el entendimiento de las vicisitudes por las que estaban pasando.

Además de mostrar aspectos sociales de una prisión en la URSS, sus conflictos internos y su funcionamiento, muestran los horrores que vivían sus habitantes y extranjeros durante la tiranía de Stalin, es una aproximación histórica documental diferente, contextualizándonos sutilmente. No nos arrojan la violencia en la cara, más bien, el director toma el mismo enfoque del libro. La lucha interna de estos hombres que se congelan bajo la nieve, su sobresaliente ingenio para lograr comer pan un día más.

El cine de encierro

En una de las escenas donde discuten sobre el buen cine dos presos, los personajes tienen este pequeño diálogo:

- Art is not a question of what, it is a question of how.

- ¡To hell with your how if it doesn't touch me!

Y me pareció que en dos líneas se tocaban temas muy importantes desde dos perspectivas diferentes, el arte sin duda debe provocar, remover los pensamientos y generar distintas emociones pero al mismo tiempo no importan tanto como finaliza el camino sino cómo se llegó ahí, hablar de arte y cine bajo aquellas circunstancias se vuelve extraño aunque debería ser de lo más normal, dejan por unos instantes de lado sus pesares.